Por Derek McNamara, vicepresidente de gestión de la cadena de suministro global en Linesight
A medida que la demanda de centros de datos ha aumentado, inevitablemente también han surgido desafíos en torno a la entrega. Los plazos de entrega de algunos equipos esenciales se han duplicado desde 2022, y los costosos retrasos causados por disputas legales con contratistas han aumentado drásticamente. No ayuda que los modelos tradicionales de adquisición trasladen la mayor parte del riesgo a los proveedores, lo que genera cuellos de botella y sobrecostos.
Pero existe una solución que puede implementarse sin comprometer la ambición de los centros de datos. La finalización oportuna y rentable del proyecto se puede lograr mediante un enfoque denominado ejecución integrada de proyectos (IPD).
Trabajar juntos siempre da resultados. Una encuesta de McKinsey a más de 100 empresas y organizaciones de diversos sectores reveló que las empresas que colaboran regularmente con sus proveedores pueden lograr un mayor crecimiento, menores costos operativos y mayor rentabilidad que sus pares del sector.
Qué es IPD
La principal ventaja del IPD reside en reunir a las partes interesadas del proyecto, incluyendo proveedores, contratistas y desarrolladores, en las primeras etapas para optimizar la planificación. Este enfoque colaborativo transforma un proyecto de una situación potencialmente conflictiva a una de riesgo y recompensa compartidos, generando estabilidad entre las partes. También puede fomentar acuerdos a largo plazo con proveedores, reducir los plazos de entrega y, fundamentalmente, disminuir la volatilidad de los costos.
Para que esto se manifieste en la entrega de centros de datos, los desarrolladores deben liderar el proceso implementando contratos más cooperativos como parte de un enfoque de IPD. Las relaciones conflictivas entre las partes interesadas deben ser cosa del pasado.
Riesgos
Al aprovechar la IPD, se puede equilibrar mejor el riesgo y la recompensa en toda la cadena de suministro. Actualmente, los contratos estándar transfieren todo el riesgo a los proveedores y socios comerciales. Esto suele generar un comportamiento defensivo, con disputas, reclamaciones y retrasos que probablemente se agraven a medida que se desarrolla el proyecto.
Para los clientes, esto implicará la transición de un contratista principal (punto de contacto único) a múltiples contratistas responsables de porciones más pequeñas del trabajo. Estas relaciones deberán gestionarse y coordinarse para garantizar una colaboración adecuada y el intercambio de información.
Adoptar el IPD requerirá un cambio de mentalidad, ya que se basa en un enfoque más abierto y basado en la confianza. Si bien el IPD puede marcar una diferencia significativa, es importante reconocer que habrá resistencia al cambio, junto con la tendencia a adoptar la forma habitual de hacer las cosas, incluso si esto resulta en retrasos en los proyectos y sobrecostos. Para tener éxito, debe adoptar una mayor transparencia en la cadena de suministro y una planificación temprana.
La actitud en materia de compras también debe cambiar. Los equipos de compras deben medir el éxito basándose en la certeza del coste final del proyecto, no solo en los ahorros iniciales que pueden, y a menudo lo hacen, quedar en el olvido.
Resultados
De cara al futuro, si una mayor parte de la industria opta por la entrega mediante IPD, la cadena de suministro se digitalizará inevitablemente, utilizando tecnología en la nube y estrategias justo a tiempo, a la vez que generará un mayor grado de competencia en ese segmento del mercado. En consecuencia, cuanto más se adopte, mayor será el crecimiento del mercado para garantizar una correspondencia óptima entre la oferta y la demanda.
El uso de IPD permite una mejor visibilidad de la cadena de suministro y reduce los retrasos de última hora en las compras. Al fortalecer las relaciones con proveedores y contratistas, esta colaboración crea cadenas de suministro más fiables y escalables.
Activando el interruptor
Hay quienes creen erróneamente que, al usar IPD, los proyectos se entregarán a un menor costo. Esto pasa por alto el propósito del IPD, que está diseñado para brindar mayor certeza en los costos y el programa desde el principio, evitando así una competencia de precios a la baja, junto con las reclamaciones, los retrasos y los costos adicionales que suelen derivar.
Por otro lado, el IPD garantiza una distribución justa de costos, riesgos y beneficios, lo que aumenta la estabilidad y la previsibilidad de los proyectos. Con el IPD, se incentiva a contratistas y proveedores a centrarse en el éxito general del proyecto, no solo en su propia supervivencia.
El IPD funciona con mayor eficacia cuando hay una cartera de trabajo disponible, ya que se requiere un esfuerzo significativo (tanto en tiempo como en dinero) para establecer estructuras operativas y de gobernanza para ejecutar eficazmente un proyecto utilizando este enfoque.
También es importante que los clientes se comprometan con el IPD. Deben impulsar comportamientos centrados en la entrega del proyecto, no aquellos que transfieren todo el riesgo a la cadena de suministro.
Para la gestión de la cadena de suministro, IPD tiene el potencial de resolver muchos de los desafíos actuales al brindar mayor eficiencia, costos predecibles, plazos más cortos y, en última instancia, más centros de datos necesarios.
Para algunos, la modularización es el siguiente paso natural en este proceso para optimizar la construcción de centros de datos. Esto se integra perfectamente con los modelos IPD, trasladando una mayor parte del trabajo de los oficios tradicionales fuera del sitio, a un entorno controlado dentro de las instalaciones de los proveedores o integradores. Esto ofrece la oportunidad de reducir el tiempo de programación en el sitio y ayuda a mejorar la calidad inicial. La contrapartida es que gran parte de ese riesgo de programación puede volverse menos visible para el cliente, por lo que, una vez más, se requiere una mayor confianza entre todas las partes del proyecto.
El IPD no es un enfoque universal. Requiere que las decisiones se tomen priorizando el proyecto, lo que requiere una sólida colaboración entre las partes interesadas, donde la confianza y la transparencia son vitales. Sin embargo, Linesight ha comprobado que, una vez adoptado, gestionado adecuadamente e integrado operativamente, el IPD puede ser extraordinariamente exitoso.