Desde principios de los años 2000, la gestión de los centros de datos ha experimentado transformaciones significativas. ¿Cuáles considera que son las tres tecnologías que han tenido el mayor impacto en las prácticas de operación y gestión, y cómo han permitido enfrentar la creciente complejidad y demanda?
Herramientas como las de gestión de activos y DCIM han sido fundamentales para la operación y gestión eficiente de los data centers. Las herramientas de gestión de activos permiten un control detallado y actualizado de los inventarios, facilitando la gestión del ciclo de vida del equipamiento crítico y la identificación de recursos infrautilizados o en riesgo de falla, entre otros aspectos. Asimismo, DCIM ha emergido como una tecnología clave, permitiendo no solo la supervisión en tiempo real de todos los parámetros relevantes de la infraestructura, sino también proporcionando visibilidad sobre el comportamiento de los sistemas a lo largo del tiempo, lo que ha facilitado la toma de decisiones estratégicas.
¿Cuáles eran los mayores desafíos enfrentados en la gestión de centros de datos hace 25 años y cómo han evolucionado las mejores prácticas para abordar cuestiones como el tiempo de inactividad, la seguridad y el cumplimiento?
A comienzos de siglo, la gestión de centros de datos enfrentaba desafíos para operar infraestructuras de manera segura, con topologías que no eran concurrentemente mantenibles y focos de riesgo no identificados. La falta de entrenamientos adecuados para el personal y la ausencia de planes claros para situaciones críticas complicaban la capacidad de recuperación en caso de desastres, lo que podía generar tiempos de inactividad prolongados y pérdidas significativas.
En este contexto, las buenas prácticas impulsadas por los principales referentes del mercado han sido clave para gestionar adecuadamente las infraestructuras, proporcionando una guía integral para su operación y gestión, con un énfasis particular en la formación continua de los especialistas. Un cambio importante ha sido que el conocimiento y la información pasaron de estar en manos de las personas a estar en las organizaciones, lo que asegura que no se pierdan ni la información ni el know-how a lo largo del tiempo.
Al comparar las operaciones de los centros de datos a principios de los años 2000 con la situación actual, ¿cómo ha cambiado la dependencia del trabajo humano y la cantidad de personas involucradas en las operaciones? ¿Cómo han evolucionado las habilidades y competencias requeridas de los profesionales en las últimas décadas?
La dependencia del personal físico en sitio ha disminuido gracias a los avances tecnológicos, transformando el rol del operador, que ha pasado de realizar tareas operativas a asumir responsabilidades más estratégicas, como la optimización de costes, la gestión de capacidad y la mejora de la eficiencia energética. Si bien, en la mayoría de los casos, aún se mantiene una operación presencial permanente, esta ha disminuido, y las habilidades de los operadores ahora abarcan tanto el soporte técnico como el relacionamiento con los clientes, comprendiendo sus necesidades específicas de TI y brindando asistencia personalizada.
¿Cómo evalúas los esfuerzos a lo largo de las últimas décadas para formar talento especializado en el sector de los centros de datos? ¿Los resultados de estos esfuerzos han sido satisfactorios?
La formación de los especialistas en centros de datos ha evolucionado de un enfoque puramente técnico a una especialización más integral, impulsada por la creciente complejidad de las infraestructuras, la automatización y la necesidad de cumplir con las normativas de sostenibilidad y seguridad. Actualmente, los operadores deben dominar no solo las operaciones físicas, sino también nuevas tecnologías, gestión energética y herramientas de monitoreo y automatización, lo que ha dado lugar a una mayor oferta de programas académicos y certificaciones especializadas.
Si bien hoy contamos con más especialistas calificados, la irrupción de tecnologías innovadoras nos reta a seguir avanzando en planes de formación que nos permitan satisfacer la creciente demanda del mercado.
¿Cuáles son las principales preocupaciones actuales para los desafíos de gestión y operación de centros de datos que se esperan en los próximos años, teniendo en cuenta la creciente automatización, la inteligencia artificial y las demandas de rendimiento?
La necesidad de procesar volúmenes de datos cada vez mayores impulsa la escalabilidad de las infraestructuras y la adopción de nuevas tecnologías capaces de soportar las mayores demandas energéticas. A este panorama se suman regulaciones medioambientales cada vez más estrictas, que exigen una gestión más eficiente de los recursos. En este contexto, considero que, para la gestión y operación, el desarrollo de tecnologías como el IoT y los gemelos digitales pueden desempeñar un papel clave en la optimización de los recursos y la predicción de fallos.