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En un entorno de crisis como el actual, España y Europa deben invertir en cloud computing. Esta es la principal conclusión del debate celebrado hoy con motivo de la presentación del nuevo número de la revista Geoeconomía, Cloud Computing: la nueva frontera de Servicios Tecnológicos.

Con el auspicio del Instituto Choiseul y la Cátedra de Geoeconomía del Instituto de Postgrado CEU, en colaboración con Hewlett Packard e Intel, el salón de actos de la Universidad San Pablo CEU ha acogido a algunas voces muy representativas del sector económico español, defendiendo un nuevo modelo de entrega de la tecnología –el del cloud computing- que está destinado a aumentar la competitividad de empresas y –especialmente- de la administración pública, según los contertulios.

En concreto, José Antonio de Paz, presidente de HP, ha centrado su atención en el cloud privado, porque “las grandes operadoras entrarán en la batalla de la oferta de servicios cloud en los próximos años, pero no todas las empresas comprarán fuera, sino que se decantarán por clouds privados. De los 8.000 empleados con los que contamos 5.000 están dedicados a procesos de transformación de entornos antiguos al cloud”, asegura.

Según el directivo, la pregunta que hoy se plantea es cómo conseguir, en el entorno económico actual tan complicado, migrar de un modelo disperso y distribuido en el que existen diversos CPDs a un ecosistema más barato y un modelo de cloud interno. Esto afecta especialmente, según De Paz, a las Administraciones Públicas.

“El reto es animar a las Administraciones y a las empresas a que, con financiación privada, hagan esa transformación a un modelo cloud”, afirma el directivo, quien asegura que es posible, y que HP ya ha ganado proyectos en este sentido.

“Desde el punto de vista del servicio, efectivamente en las Administraciones existe mucha calidad, pero si hablamos de la evolución al cloud computing y de la racionalización del sector público yo creo que aún se puede hacer mucho más. ¿Es razonable que una comunidad autónoma tenga 20 centros de datos?, ¿Y si lo multiplicamos por las 17 comunidades autónomas y añadimos otros 20 CPDs pertenecientes a la Administración central? En la época en la que estamos, creo que hay que avanzar mucho en racionalizar y liberar recursos para mejorar aún más los servicios”, concluye.

Recogiendo el testigo y haciendo referencia al reto, Juan Tomás Hernani, secretario general de innovación del Ministerio, se ha mostrado de acuerdo con Paz en que a la Administración se le ofrece una oportunidad, con esta concentración de servicios, de realizar una reingeniería de procesos y un rediseño institucional, lo cual es siempre lo más difícil.

No obstante, ha asegurado que desde 2008 se han llevado proyectos en crecimiento de infraestructura e I+D relacionados con el cloud computing por valor de 51 millones de euros, lo cual, “no es mucho” señala, aunque asegura que su papel es acelerar el proceso desde la oferta y la demanda. En este sentido, se está trabajando a nivel trasversal en los ministerios a través de la planificación de la demanda y la “compra pública innovadora”.

España y los mega CPDs del cloud computing

En otro orden de cosas, Jesús Banegas, presidente de Ametic (principal asociación de la industria de TI en España tras la reciente fusión de Aetic y Asimelec), ha destacado las principales fortalezas y debilidades del país a la hora de adoptar un modelo en que las TI se consumen como un servicio. “Para conseguirlo es necesaria la banda ancha y abaratar el consumo de energía”, explica. Mientras que la penetración de la alta velocidad en el país es envidiable, según el directivo, por el contrario “somos extremadamente dependientes [energéticamente], la energía es cara y nos caracterizamos por un escaso ahorro energético”. A pesar de ello, si se solventan estos problemas, Banegas opina que España podría ser un destino en el que alojar las aplicaciones que se sirven en el modelo cloud computing ya que está, según el directivo “en la primera división” de los países que competirán por que se ubiquen en su territorio los centros de datos que hacen posible la nube.

Rosa García, consejera de Banesto y Bolsas y Mercados y ex Presidenta de Microsoft, estima que la clave del desarrollo económico no está en la ubicación de estos inmensos centros de datos de tamaño sin precedentes, sino en la utilización que se haga de ellos. “Todos los gobiernos están interesados en [estos CPDs] porque confían en que crearán empleos, cuando en realidad su gestión y control recae en sólo unas pocas personas. El empleo suele surgir del ladrillo e incluso ahora se sirven containers que llegan ya preparados al sitio”.

La ejecutiva estima que las grandes empresas del cloud como Google o Microsoft buscan para ubicar sus data centers lugares donde obtener electricidad barata, pero también una potencia muy elevada por segundo, es decir, lugares donde existan generadores eléctricos cerca (un mar o un pantano) y climas fríos que favorezcan que los sistemas estén a una temperatura favorable.

En cambio, “lo bueno que tiene el cloud computing”, asegura, “es que estos macroordenadores pueden ser programados desde cualquier lugar del mundo”. Es decir, en las aplicaciones, en la utilización de las infraestructuras, está la clave.