Las actualizaciones de los procesadores son la base para desarrollar nuevos servicios en la nube, como la analítica en tiempo real impulsada por la informática con memoria integrada. Con el reciente lanzamiento de la cuarta generación de procesadores Xeon E7, Intel se centra en el escalamiento de sistemas y cargas de trabajo cada vez mayores, que son uno de los principales obstáculos para la mayoría de las compañías de TI.

Estos sistemas incluyen bases de datos, sistemas de análisis, procesamiento de transacciones y cualquier cosa que en general maneje enormes cantidades de información. Según destaca Carlos Clerencia, director de alianzas corporativas de Intel Iberia, “la familia Intel Xeon E7 proporciona una visibilidad y un control más profundos sobre los recursos de plataformas compartidas, lo que se traduce en una programación eficiente, una carga equilibrada y una migración de la carga de trabajo por las máquinas virtuales”.

La nueva familia de procesadores ofrece margen de ampliación para crecer con un soporte tradicional de cuatro y ocho zócalos, se ha diseñado para configuraciones de hasta 256 zócalos a través de controladores de nodos de terceros y se emplea en diseños de sistemas OEM que presentan actualmente hasta 64 zócalos. También ofrece  una capacidad de memoria de hasta 24 TB en un sistema de ocho zócalos, lo que permite el almacenamiento integral y masivo de conjuntos de datos en la memoria en lugar de en discos duros con el fin de acelerar así el tiempo requerido para obtener la información necesaria y adoptar decisiones.

Nuevas prestaciones de seguridad se añaden a los procesadores que protegen las aplicaciones de misión crítica y con mucha información encriptando los datos de manera más ágil, mejorando la detección de amenazas sofisticadas y aumentando la protección contra ataques maliciosos. Las capacidades de seguridad mejorada por hardware de los procesadores ofrecen un rendimiento de encriptación hasta un 70% mayor por núcleo, indican desde Intel, lo que supone que las empresas pueden conseguir una protección mejor para su creciente volumen de datos con un impacto mínimo en el rendimiento de su sistema, al tiempo que proporcionan una mayor seguridad contra el malware.

Por otro lado, Intel OS Guard incluye ahora Protección de Acceso en Modo Supervisor para permitir implementaciones con acceso privilegiado que ofrecen un mayor control a los departamentos de TI sobre los usuarios con acceso a datos sensibles del sistema, y también para evitar que un usuario malintencionado extienda dichas vulnerabilidades y las propague a otros sistemas en el centro de datos.

La virtualización asistida por hardware permite a los departamentos de TI virtualizar cargas de trabajo corporativas de misión crítica y transferirlas a entornos basados en la nube para alcanzar nuevos niveles de agilidad y eficiencia. Según análisis internos de Intel, el uso del nuevo procesador Intel Xeon E7v4 ofrece mayor capacidad de memoria, mejoras en la microarquitectura y reducción de latencia de entradas/salidas en máquinas virtuales instaladas en entornos virtualizados, en comparación con las generaciones anteriores.