La Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, en su afán por mantenerse a la vanguardia del uso de nuevas tecnologías, ha llevado a cabo la renovación completa de sus dos centros de almacenamiento de datos, tanto el de producción como el de contingencia.

Para el desarrollo de este proyecto, el museo ha renovado su confianza en la empresa de ingeniería informática Prosol, partner integrador de la tecnología de NetApp. 

Tras dos años de proyectos piloto, en 2010 el equipo de TI del museo Thyssen-Bornemisza inició su relación con NetApp y Prosol con la instalación de una primera infraestructura, comenzando a construir así la futura arquitectura tecnológica del Museo.

Desde entonces, Prosol y NetApp han acompañado al museo en sus decisiones estratégicas en el mundo de la virtualización y el almacenamiento de datos.

Recientemente, se abrió un nuevo proceso para modernizar esta infraestructura, volviéndose a realizar un nuevo estudio comparando las diferentes soluciones que ofrece el mercado actual. Finalmente, para este centro artístico, la conclusión fue que la tecnología de NetApp continuaba agrupando las funcionalidades que mejor se adaptan a sus necesidades. 

En palabras de José Ramón Calderón, gerente comercial de Prosol: “El principal motivo para esta renovación era continuar apostando por la innovación y poder incorporar todas las novedades que acompañan a la tecnología de NetApp, fundamentalmente en la parte de rendimiento”.

En la infraestructura de almacenamiento de datos del museo se llevan a cabo múltiples actividades de gestión: empresarial, de actividades artísticas, online, centralización TI, backups y correo electrónico.

La dependencia es alta y, por ello, el mayor reto para todas las partes ha sido mantener los cero minutos de parada de servicios de estos últimos seis años, también durante el proceso de renovación, sin que haya afectado de ninguna manera a sus usuarios finales. 

Según Javier Espadas Bardón, director de tecnología del Museo Thyssen-Bornemisza: “Cuando empezamos a conocer lo que NetApp nos ofrecía, nos llamaron mucho la atención tecnologías como la deduplicación o  los snapshots, aspectos que hicieron que nos decantáramos por entonces por este fabricante”.

Desde el museo han optado por las nuevas FAS de NetApp con doble controladora y que incluyen tanto discos clásicos como discos flash.

Según afirma Israel Martínez, administrador de sistemas del Museo Thyssen-Bornemisza: “Nos decidimos por esta tecnología debido a que de esta forma podemos aprovechar la rapidez del flash en la parte de virtualización y dejar los discos tradicionales para el almacenamiento de ficheros de nuestro sistema de contingencia”.

“Hemos notado una gran mejora en el rendimiento de los escritorios virtuales gracias a la tecnología Flash Caché de NetApp y que unido a la tecnología SnapProtect, nos permite estar más tranquilos a la hora de realizar backups y recuperaciones”, añade.