El inicio de 2017 se plantea para Intel desde una “perspectiva optimista”, como ha explicado el director general de la compañía para Iberia, Carlos Clerencia, en rueda de prensa en Madrid.

Haciendo balance del último año, el 2016 ha sido un periodo convulso pero “positivo”.

El mercado de empresa presentó un crecimiento plano, siguiendo una “tendencia rara”: “En la primera parte del año eran la administración pública y el sector enterprise los que generaban ingresos, mientras que el segmento SMB no lo hacía; y en la segunda parte del año se invirtió la situación”, apunta Clerencia.

En el mercado de servidores, el directivo indica que aunque la tendencia ha sido la nube pública, “se ha mantenido el negocio estable, con unos resultados parecidos a los del año anterior”.

De cara a 2017 el segmento de servidores es una “incógnita”. “La inversión en tecnología no debe parar. La transformación digital está aquí. Lo que habrá que ver es dónde hay inversión: nube pública, privada o servidores tradicionales. El mercado de servidores seguirá creciendo, pero no sabemos si aquí o fuera”, añade Clerencia.

Por otra parte, desde Intel hacen hincapié en que la Ley de Moore sigue viva. La compañía tiene prevista la fabricación de chips en 10 nanómetros, y continúa avanzando en los 7 nanómetros.

 

Inteligencia artificial

La inteligencia artificial ya está entre nosotros, desde lo más habitual a lo más innovador (medicina de precisión, predicción de lesiones y vehículos de conducción autónoma).

Se estima que el mercado mundial de la robótica y la IA va a crecer hasta 153.000 millones de dólares en 2020, incluyendo 83.000 millones para robótica y 70.000 millones para analíticas basadas en IA.

Como se considera que los sistemas para toma de decisiones basados en inteligencia artificial van a pasar de la fase de exploración a la adopción, Intel adquirió el año pasado dos empresas enfocadas a la inteligencia artificial, Saffron Technology y Nervana.

“Con Nervana hemos sacado un entorno de desarrollo para gente que implemente inteligencia artificial. Se van a incorporar algoritmos de Nervana en el hardware, los procesadores Xeon y Xeon Phi van a atener aceleradores de inteligencia artificial”, indica Clerencia.

Según apuntan en Intel, se va a mejorar la tecnología para ofrecer soporte a nuevas aplicaciones para IA, como el procesamiento de lenguaje natural y los bots, abriendo el camino a una adopción más generalizada de la inteligencia artificial.