Internet ha pasado a ser una realidad social y, quizás, un bien de necesidad básica, convirtiéndose en un elemento fundamental en el ámbito educativo. En Colombia, la conectividad se ha consolidado como un factor clave para garantizar una educación equitativa y de calidad a pesar de los desafíos derivados de una infraestructura limitada.
El estudio del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana evidencia que el 79,8% de las instituciones educativas rurales carecen de conexión a internet, mientras que el 60% no dispone de aulas de informática, números que contrastan con la realidad de las zonas urbanas donde solamente el 9,3% de las instituciones no cuentan con internet, y el 14% carece de aulas de informática.
Juan Manuel González, director Data & Internet Cluster Andino de Cirion Technologies, ha destacado la importancia de las colaboraciones público-privadas para cerrar esta brecha digital, subrayando que "la infraestructura digital es la columna vertebral de la transformación educativa", pero que las colaboraciones no son únicamente para “expandir la cobertura, sino también para garantizar que las soluciones sean sostenibles y de alta calidad”.
En las ciudades, estudiantes y docentes con acceso a internet han tenido acceso a plataformas digitales, recursos en línea y herramientas interactivas que han enriquecido su aprendizaje, mientras que en las zonas rurales, la falta de conectividad es una barrera que limita las oportunidades de desarrollo académico y profesional.
Las colaboraciones entre el gobierno y el sector privado tienen como objetivo impulsar iniciativas para ampliar la cobertura de internet en todo el país. Sin embargo, aunque los esfuerzos representan un avance, aún queda mucho camino por recorrer para asegurar que todos los colombianos tengan acceso a una conexión estable y de calidad.
El acceso a internet va más allá del acceso a la información, por lo que también es necesario fomentar la innovación en los métodos de enseñanza. Tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la realidad virtual y los cursos en línea están transformando la educación, ofreciendo nuevas formas de aprendizaje que preparan a los estudiantes para los desafíos del mundo moderno. Estamos cada vez más conectados y, por ello, es necesaria una inversión sostenida y el esfuerzo conjunto para disminuir la brecha existente y crear oportunidades igualitarias para todos los estudiantes.