Las autoridades finlandesas han abordado un petrolero sospechoso de estar detrás de varios cortes de cables en el Mar Báltico.

El 25 de diciembre se cortó el cable submarino Estlink 2, que transporta electricidad entre Finlandia y Estonia.

Casi al mismo tiempo, se cortaron tres cables de Internet que conectaban a las dos naciones, dos de los cuales son propiedad del operador finlandés Elisa y otro es propiedad del operador chino Citic.

También se cree que un cuarto cable de fibra óptica que conecta Finlandia y Alemania, del grupo finlandés Cinia, ha sido cortado.

La Agencia de Transporte y Comunicaciones de Finlandia (Traficom) afirmó: "Las interrupciones del servicio de cable pueden causar retrasos en los servicios de comunicación de los clientes. Traficom está investigando actualmente las repercusiones con los operadores".

"Los trabajos de reparación del cable comenzarán a finales de semana. El cronograma de reparación depende, entre otras cosas, de las condiciones meteorológicas".

"El incidente no ha afectado a la seguridad del suministro de Finlandia. Finlandia está bien preparada para afrontar diversas interrupciones en la transmisión de electricidad y las telecomunicaciones", añadió.

En el momento exacto en que se cortó el cable Estlink 2 de 658 MW, se detectó el paso del petrolero Eagle S Panamax. El barco, registrado en las Islas Cook, navegaba desde San Petersburgo (Rusia) hasta Port Said (Egipto).

"El Departamento de Policía de Helsinki y la Guardia Fronteriza han llevado a cabo una operación táctica en el barco", dijo la policía finlandesa.

"Las autoridades han tomado medidas de investigación en el barco; el acceso al mismo ha sido facilitado por la Guardia Fronteriza finlandesa y los helicópteros de las Fuerzas de Defensa.

"En esta etapa, el caso se está investigando como un delito grave. En este sentido, la Oficina Nacional de Investigación (NBI) es responsable de dirigir la investigación penal. La aduana está realizando investigaciones preliminares en el lugar en relación con una infracción grave de la normativa y está investigando los detalles relacionados con la carga".

Este incidente se produce apenas un mes después de que se sospechara que un barco había arrastrado deliberadamente un ancla a lo largo de 111 millas por el lecho marino para cortar dos cables submarinos en el mar Báltico. Ese barco también fue abordado y las investigaciones están en curso.

A principios de este mes, un cable de Internet terrestre que conectaba Suecia y Finlandia fue cortado en dos lugares distintos.

En una conferencia de prensa, el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, dijo que el último recorte "subraya el peligro de la flota en la sombra en el Mar Báltico".

Si bien por el momento no hay evidencia directa de la participación de Rusia, continuó: "Nuestra principal tarea es encontrar medios efectivos para detener a la flota en la sombra. La flota en la sombra inyecta dinero al fondo de guerra de Rusia para que Rusia pueda continuar librando su guerra en Ucrania contra el pueblo de Ucrania, y hay que detenerla".