El 10 de diciembre de 2023, Javier Milei ha asumido la presidencia de Argentina. En el papel, un plan de generar fuertes reformas estructurales con el objetivo de fomentar una apertura económica suficiente para atraer inversiones al país. En 2024, Argentina ha iniciado un largo y arduo camino a la estabilización macroeconómica. Según el Banco Mundial, se espera una contracción de 3.5% del PIB argentino en el presente año, pero con una expectativa de crecimiento de 5% para 2025.
El programa implementado por el gobierno ha conseguido, inicialmente, buenos resultados en parámetros fiscales y también en términos de inflación entre enero y septiembre. De hecho, después de muchos años, Argentina ha logrado obtener un superávit fiscal por primera vez y, aunque haya reducido el riesgo país, sigue siendo uno de los más altos en toda América Latina. El país arrastra una recesión en los últimos tres trimestres y apunta a finalizar el año con el menor crecimiento económico de toda la región.
¿Argentina como hub global de data centers?
En medio de este panorama económico, el gobierno quiere intentar posicionar al país como una opción atractiva para las inversiones del sector privado. Delante de la ola global de la inteligencia artificial, Milei quiere aprovechar para conseguir inversiones que ayuden a impulsar la economía. Su intención es que Argentina sea el cuarto polo mundial de inteligencia artificial, detrás de EEUU, Europa y China. Y, por eso, el sector de data centers está en el punto de mira del ejecutivo argentino.
El presidente argentino ya se ha reunido con cinco CEOs de grandes empresas de tecnología: OpenAI, Worldcoin, Google, Apple y Meta. Aparte de Elon Musk, con quien ya se ha reunido dos veces. La idea es convencer a estas empresas que instalen sus data centers en el país para alojar y procesar datos de los modelos de inteligencia artificial.
El factor más defendido por la administración argentina es que el país tiene el potencial de convertirse en la ubicación perfecta y segura para las empresas de tecnología que quieran escapar del aumento de los riesgos regulatorios que se ve hoy en Europa o EEUU, en ámbitos como el uso de la inteligencia artificial o las normas de sostenibilidad y que pueden llegar a traer limitaciones al sector.
Otra ventaja competitiva es el acceso a energía barata con un potencial energético renovable, algo siempre buscado por el sector de data center y que, en la mayoría de los casos, es el punto de inflexión para definir la ubicación de un nuevo data center. Además, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) aprobado el pasado junio incluye a empresas de alta tecnología que tendrán incentivos tanto fiscales como aduaneros y cambiarios para inversiones por encima de los US$200 millones.
Esto sumado a un capital humano bien capacitado, bajas temperaturas y la vasta cantidad de tierras para la construcción de estos data centers, convierten al país y, principalmente a su región estrella: Patagonia, en un paraíso tecnológico. Al menos en la parte teórica.
¿Qué sucede, entonces? ¿Dónde están las inversiones? En la práctica cualquier data center que llegue a Argentina tendría que hacer una gran inversión en infraestructura y asumir importantes riesgos políticos y económicos. Los grandes inversores quieren ver reformas económicas contundentes antes de invertir. Y que estas reformas se mantengan a largo plazo. Así que este es el momento de observar con prudencia y con cautela. Sobre la mesa de los tomadores de decisión, la ecuación de siempre entre el retorno y el riesgo.
La realidad es que el país se está montando en un tren que ya ha pasado por sus vecinos. Algunas bigtechs como Google o AWS ya han instalado sus data centers en países como Brasil, Chile o Uruguay. Hubo, en su momento, un proyecto de AWS de US$800 millones para instalar un data center en Bahía Blanca, pero ha sido suspendido, frenando así, su llegada a Argentina.
El panorama actual para los data centers en Argentina
Entre voces pesimistas y optimistas con los planes de Milei, DCD ha hablado con algunos profesionales del sector de data centers para medir la temperatura del sector en el país y entender las expectativas de la industria frente a las perspectivas planteadas por el nuevo gobierno.
Gabriel del Campo, Regional VP Data Center y Norberto Diez, Regional Director Strategic Planning, Sustainability & Transformation OP, ambos de Cirion Technologies, cuando preguntados sobre el actual panorama para el sector de data centers en Argentina nos comentan que se percibe un cambio de expectativas, más optimistas, aunque no se vean cambios concretos aún.
Argentina es un país con buena conectividad con el resto del mundo, lo que permite transmitir grandes capacidades de datos con baja latencia y redundancia, y además cuenta con energías renovables y recursos profesionales calificados, lo que es esencial para este mercado. Los ejecutivos nos comentan que Cirion tiene presencia en Argentina desde 2001, donde ya cuentan con 4 data centers (localizados en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario) y que la compañía sigue expandiéndose en el país, y en la región, incluso con planes para construir un nuevo data center en Argentina, fuera de la capital. De hecho, siguen invirtiendo y están ampliando la capacidad existente en su DC actual de la ciudad de Buenos Aires, en aproximadamente 1.2 MW.
Aunque no se ha visto esta ola de inversiones en el mercado argentino como vemos actualmente en México, Brasil, Colombia o Perú, creen que Argentina tiene fortalezas que, si bien desarrolladas, generarán grandes oportunidades para las muchas empresas que buscan servicios de Data Center en el país.
Juan Trillo, Head of PMO and Argentina Country Manager de EdgeUno coincide en que hay un buen semblante del punto de vista del empresariado. EdgeUno, específicamente, viene concretando desde hace tres años ampliaciones pequeñas pero constantes, debido al crecimiento del mercado local y la demanda de clientes internacionales que necesitan tener una pisada local en América Latina.
Lo mismo ocurre en G2K, según nos comenta su CEO, Mauro Ferraro, han comenzado a recibir consultas de empresas internacionales que buscan soluciones tecnológicas de alta calidad y destaca que la demanda supera ampliamente la capacidad actual de la compañía. Aunque reconoce que invertir en estos tiempos es una decisión compleja, especialmente en un país con inversiones limitadas en tecnología. Adelantándose a esto, G2K ya ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de expansión: la construcción de un Data Center Tier III en Argentina, con una superficie de más de 4000m². Con más de 20 años de experiencia, esta nueva instalación ofrecerá altos niveles de disponibilidad, seguridad y escalabilidad, posicionándose como una de las más avanzadas de la región.
Otro punto en el cual coinciden los ejecutivos de Cirion y de EdgeUno es que importar cualquier tipo de equipo ha sido muy complicado y limitado en los últimos años. La expectativa con la apertura de la economía es principalmente la de facilitar la llegada de equipamientos, ayudar a atraer inversiones en infraestructura y, así, potenciar al sector. La complejidad también está en el factor cambiario. No se puede operar con una moneda oficial con una diferencia muy grande al dólar real. No se puede operar con ingresos en pesos y gastos en dólares.
¿Cómo pueden impactar las medidas gubernamentales anunciadas por Milei?
Alejandro García, Telcos Market Manager - Argentina and Uruguay de NTT Data, cree que algunas de las medidas impulsadas que llegaran a tener efecto (valor realista y competitivo del dólar oficial, factibilidad para pagos al exterior, flexibilización laboral, etc), permitirían tener tarifas competitivas favoreciendo a la industria IT, o de manera más general, la economía del conocimiento. No obstante, para que esto sea sustentable, debería lograr contener la inflación llevándola a valores equivalentes a los de los otros países de la región, sin lo cual lo anterior no se sustenta en el tiempo.
Juan Trillo constata que Argentina es un país muy cíclico y a muchas empresas les cuesta tomar la confianza para que luego, en 4 años, si cambia el gobierno otra vez, pierdan las inversiones hechas. Y el sector de data centers es un sector que trabaja siempre pensando a largo plazo, así que el gobierno tiene un arduo trabajo por delante en convencer a los grandes inversionistas del sector que Argentina es un lugar seguro y estable para sus proyectos.
"Si Milei logra implementar todas las medidas económicas que ha propuesto, abrirá un abanico de nuevas oportunidades para quienes invierten", nos comenta Mauro Ferraro. Coincide Gabriel del Campo y Norberto Diez: “Una economía más libre, menos regulaciones con mayores libertades, eso va a hacer que las empresas quieran invertir”.
Por otro lado, las medidas conllevan tensiones sociales importantes en un escenario con una muy alta tasa de pobreza, sopesa Alejandro García. “La necesaria contención social a los más necesitados condiciona fuertemente la velocidad de normalización de las variables económicas”, añade el ejecutivo.
Perspectivas futuras
Mauro Ferraro mencionó en la entrevista: "Hasta ahora, hacer 'futurología' en Argentina ha sido muy difícil, ya que las reglas siempre han sido poco claras y la incertidumbre ha sido constante." El periodo y la situación actual son muy complejos y dependerá de muchos factores, así que en lugar de intentar buscar la tendencia futura, dejamos las incógnitas que, una vez reveladas, dictarán el panorama a medio y largo plazo:
En conclusión, el futuro del sector tecnológico y de los data centers en Argentina está lleno de incertidumbres que dependen de múltiples factores, tanto políticos como económicos. Aunque las propuestas económicas de Javier Milei podrían generar cambios significativos, aún queda por ver si estas medidas serán aprobadas y, más importante, si podrán ser ejecutadas de manera efectiva. Esto será clave para determinar si Argentina puede posicionarse como un destino atractivo para la inversión en tecnología e infraestructura.
Además, incluso si las inversiones llegaran al país, el éxito a largo plazo dependerá de la capacidad del gobierno para cumplir con sus compromisos, especialmente en términos de infraestructura energética. Las incógnitas sobre el cumplimiento de estas promesas seguirán siendo un desafío fundamental para atraer y retener capital extranjero en el sector tecnológico argentino. En este contexto, es difícil predecir lo que ocurrirá, pero las respuestas a estas preguntas serán determinantes para el panorama futuro.